lunes, 31 de mayo de 2010

Enemigos naturales


(Dos seres escuálidos M y H, lugar desértico, un pedazo de carne en el suelo)

M: casi no queda

(Le pasa el pedazo de carne H come)

H:¿ has visto a alguien?

M: hace mucho que no

H: que miserables somos

M: no empieces con estupideces

H: es que el cuerpo me domina

M: sabes bien que moriremos

H: ¡No moriremos!

M: Si

H: tengo hambre

M: Pero…

H: ¡cállate!

M: Es que…

H: Shiii!....

(H inquiriendo un pedazo a M)

M: te los comiste a todos,

M: Eran los últimos ¿sabias?

H:¿Porqué a nosotros?

M: es inevitable

H:¿En esto termino nuestra gran cultura?

H: (señalando al horizonte) Allí vienen los que están ahora en la cima

M: Malditos oportunistas

(M fija su mirada hambrienta en H; H hace lo mismo)

M: no te preocupes ellos no son nuestros enemigos

H: ¿ nuestros enemigos?

(Con desesperación M y H se abalanzan y pelean, se hieren mortalmente. Comienza el proceso descomposición. Llegan criaturas A y B con apetito voraz).

A: que organismos tan extraños. Nos ahorraron el trabajo de la persecución. Comamos

B: (con sorpresa)¡Estos son!

A: ¿Quienes?

B. La raza que envicio con el gusto de su propia carne,

A:¿ podrían ser los últimos?

B: Podrían

A: que importa, comamos

(Come un pedazo),

B: ¡Idiota! Ni nuestro estomago carroñero puede digerir estas carnes.

(A cae intoxicado, M y H llegan a su total estado de putrefacción)

lunes, 21 de septiembre de 2009

Teatro Breve

El Te'ongue insepulto

Año 1947. Un campo desolado se ve un cuerpo tendido, y una mujer, enterrando el cuerpo con sus manos.

MUJER: ¡Aina che memvy! que lo que te hicieron. Ñandejara porque lo que me quitas a mi hijo, porque me haces pasar esta prueba tan difícil. No quieren que te entierre che memvy, pero lo mismo nomas tu mamita te va a enterrar. Virgencita damena fuerza para hacer justicia.

Un personaje con atuendo de juez se acerca en el horizonte corriendo, empuja a la mujer violentamente. Desentierra al cadáver y lo sacude.

JUEZ: ¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia! El cumplimiento de la ley es justicia, los culpables son culpables si se demuestra su culpabilidad. El derecho es así, se remite a los hechos concretos, a la objetividad.

MUJER: Anina ejeharai omanóvare.

JUEZ: Yo no tengo la culpa de que su hijo sea el culpable, la ley dice claramente: “aquel que se sacrificare en nombre de otros proclamando principios universales, pretendiendo de este modo la veneración post-morten, esta cometiendo el delito, grave por cierto, de estafa existencial y se le debe aplicar el castigo de privación del derecho a la sepultura. Por querer ser recordado ahora deberá ser olvidado”

MUJER: No es como vos decís hina, él ko es inocente, ehejana ta ñoty che memvype.

JUEZ: Su hijo era una amenaza, un enemigo de la patria que se quería supuestamente sacrificar por la patria, y ese crimen debe ser castigado en vida y muerte. Su hijo tiene suerte si que señora de no estar en el sepulcro de lo vivos.

MUJER: Nderehecha kuaái piko nde rapichápe, mvaeichagua cristiano piko nde.

JUEZ: Si se violan las leyes señora el estado de derecho colapsa, la sociedad se fragmenta y surge el caos, la confusión, la destrucción de los valores. Mantener el estado normal y de más baja energía es lo que buscamos.

La mujer hace aparecer un maletín con dinero y lo arroja al juez, el dinero se desparrama por el suelo.

MUJER: ¿Eso es lo que vale tu justicia?

JUEZ: Con esto puedo saltar de cabeza también si queres.

El juez recoge el dinero del suelo. La mujer se dirige al cadáver.

MUJER: Ahora si tu mamita te va a enterrar para que tu alma pueda descansar en paz.

La mujer empieza a enterrar al cadáver y el juez se interpone, quita un arma.

JUEZ: Lo siento señora, la ley debe ser cumplida y usted es un peligro para mí ahora.

MUJER: Ehejana ta ñoty che memvype.

CADÁVER: ¡Mamá! Acordate que ese ya esta muerto, vení si que enterrame

MUJER: (al juez) Nde añamemvy.

Al oír esto el juez se pone tieso y cae desplomado con el dinero y el arma aferrados a su mano.

JUEZ: Ah!… Me está dando un ataque! señora me siento mal, no me puedo mover llámele a una ambulancia

CADÁVER: Enterrame ya mamá quiero descansar, nero ko ya soy.

MUJER: Esperame che memvy un ratito voy a llevarle a este de aca, taituju kuarahype momvyry águi.

La mujer arrastra a juez.

JUEZ: ¿Que lo que esta pasando señora? ¿Por qué lo que no me puedo mover? ¿Qué lo que usted me hizo? Si me ayuda le voy a dar cinco maletines lleno de dinero.

MUJER: Ekiriri Katu. El culpable debe ser castigado ere cheve Ko̒angaite.

Deja al juez hacia al fondo, vuelve hacia su hijo y empieza a enterrarlo.

CADÁVER: Gracias a vos mamita voy a poder descansar en paz.

MUJER: Te voy a traer una crucecita y hacerte un panteoncito.

JUEZ: ¡Señora! ¡Señora! No me vaya a dejar acá, yo estoy vivo todavía, no le voy a denunciar, llámale a una ambulancia

CADÁVER: Sepultale nomás mamá a ese hijo de puta, para que deje de molestar.

MUJER: Ani ejepyapy che memvy.

La mujer se dirige al juez.

Juez: Que suerte que recapacito señora. ¿Qué va a hacer?

La mujer empieza a enterrarlo.

JUEZ: No señora yo estoy vivo, quítame nomas el pulso, oí nomas mi corazón, no me hagas esto señora, no quiero morir así.

MUJER: Ekiriri haema ndeve, remanoma ko.

Aparece un hombre de época actual.

HOMBRE: ¡Abuela! ¡abuela! ¿Qué estas haciendo? Estas jugando ya otra vez por la tierra, epu̒a upégui.

Le ayuda a levantarse, trae la mujer hacia el frente. La mujer esta envejecida, decadente y sucia.

HOMBRE: Te ensuciaste todito.

MUJER: Ahasema che rógape. ¿Opytu̒uma Ko̒anga che memvy?

HOMBRE: Re caduca jeýma, tu hijo hace rato ya se murió… Heta reiko asy akue hese… pero mírate abuela parece esas criaturas. Voy a tener que contratarle a alguien que te cuide, o sino voy a ver un geriátrico baratito.

Lleva a la abuela hacia una casa, se descubre un patio con varios montículos de arena simulando cuerpos humanos.